El vínculo también crece con el intercambio negativo y difícil
Algunas personas llevan cincuenta años viviendo en pareja y se tratan muy mal y se insultan constantemente, y la gente a su alrededor se pregunta: ¿qué sentido tiene?, ¿por qué siguen juntos?
Pues porque también el intercambio negativo, el intercambio desde el malestar y el maltrato, crea vínculos muy profundos entre las personas, y aunque éstas son infelices y desearían separarse, el vínculo es muy fuerte y por desgracia no pueden enfrentarse al terror de la soledad.
Estas parejas a veces desean que el otro muera, o se lo dicen abiertamente en su penosa lucha de amores lastimados, reconvertidos en miedos y reproches, pero cuando el otro muere, entran en una grave crisis, se deprimen durante mucho tiempo y añoran la presencia del compañero que han perdido.
Esto significa que el vínculo no crece con fuerza únicamente en el intercambio positivo y fácil, sino también en el negativo y difícil. Algunas personas se ven incapaces tanto de cambiar como de separarse, pues eso las enfrenta a un gran abismo, y eligen seguir en el intercambio negativo, y es respetable aquello que eligen, pues ¿quién sería capaz de decir cuál es la forma correcta de vivir y cuál es el camino bueno para cada uno? Sin embargo, el precio es enorme.
Y uno no puede dejar de aconsejar relaciones en las que queramos y nos sintamos queridos, y que además estemos a gusto y exentos de tremendas y desgastantes pasiones y sentimientos turbulentos que consumen y dilapidan nuestra energía.
Joan Garriga
Del libro El buen amor en la pareja